Capítulo 147

MILA

Me desperté a la mañana siguiente sintiéndome completamente renovada.

La brisa del mar entraba por la ventana abierta, trayendo consigo un leve olor a sal y un rayo de sol cálido. Desde afuera, las gaviotas graznaban y escuché las campanas distantes de los barcos de pesca trayendo sus capturas...

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