Capítulo 31: Barato como una stripper

La luz de la mañana se filtraba a través de mis cortinas delgadas, proyectando suaves patrones en la pared opuesta a mi cama. El calor me invitaba a despertar, aunque mis ojos se mantenían tercamente cerrados. Permanecí en ese estado nebuloso entre sueños y realidad, donde los recuerdos y la imagina...

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