CAPÍTULO SESENTA Y NUEVE

ALONSO

Camino de un lado a otro sobre el suelo de caoba pulido de mi oficina. Mi decoradora de interiores gritaría si me viera. La luz de la luna se cuela entre las persianas, proyectando sombras que cambian con cada paso agitado. Mi sangre está caliente, con razón. Desde que Melo cortó a mi mayor p...

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