Un desayuno con secretos

Eveline estaba perdida en un sueño cuando escuchó golpes en la puerta de su habitación. Dos sirvientas entraron, y Eveline se sentó en su cama, sintiéndose frustrada y desorientada por lo que estaba ocurriendo esta vez.

—Disculpe, milady, pero el rey solicita su presencia en el salón real para el d...

Inicia sesión y continúa leyendo