¡Por un hilo!

El rey Roderick estudió a Eveline por unos momentos más, evaluándola cuidadosamente. Finalmente, suspiró y sacudió la cabeza.

—Eres una mujer intrigante, Eveline —dijo con voz seria—. Pero te daré el beneficio de la duda. Aun así, mantente alerta, porque la más mínima sospecha en tu contra podría s...

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