CAP. 174

Presioné la cara de Morgan contra mi hombro. Alcanzamos la empuñadura de su espada con ella, y de repente, no estábamos cayendo, sino flotando, deslizándonos por la caverna como una linterna. Me sentía casi ingrávido. ¿Siempre había podido hacer esto su espada? Las criaturas, aún sin forma pero con ...

Inicia sesión y continúa leyendo