Capítulo 380 El sabor del éxito

—¿Cómo podría, mamá? Estoy aquí para verte —Virgil aflojó su agarre e intentó levantarse, pero Ashley le sujetó la muñeca con fuerza—. ¡No te vayas! Si te vas, no me queda nada.

Virgil frunció el ceño—. Mamá, no me voy. Solo voy a traerte un vaso de agua. Mira tus labios, están tan secos.

Ashley l...

Inicia sesión y continúa leyendo