Capítulo 25 25

Él lanza un gemido largo y pausado. —No voy a dejarte marchar ahora.

—Tenemos que parar.

—¡No! —ruge.

Joder. Cualquiera podría entrar por esa puerta.

—Ya seguiremos después —intento apaciguarlo. Tengo que quitármelo de encima.

—Eso te deja demasiado tiempo para cambiar de idea —protesta mientras ...

Inicia sesión y continúa leyendo