Capítulo 75 75

—¿Por qué te has ido esta mañana con aspecto de haber tenido una noche increible y vuelves unas horas después como si te hubieran pegado una paliza? —Se sienta y me pasa mi café.

Suspiro.

—No voy a volver a verlo.

—¿Por qué? —grita.

Su rostro pálido refleja estupefacción. ¿Por qué le sorprend...

Inicia sesión y continúa leyendo