14

DIANA

La ira era una mezcla peligrosa en mi torrente sanguíneo. No podía pensar con claridad, apenas podía respirar sin que salieran ráfagas calientes de aire por mis fosas nasales. Decir que estaba enojada era suavizarlo demasiado. Estaba enfurecida. Furiosa. Al borde de un arrebato descontrolado....

Inicia sesión y continúa leyendo