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DIANA

Entré a la cocina con toda la angustia que sentía por haber tratado con Bradley y encontré a Marian removiendo el contenido de la cacerola frente a ella.

—Buenos días—. Quise sonar animada, pero terminé con un gruñido que hizo que Marian se girara para mirarme con el ceño fruncido.

—Buenos ...

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