86

BRADLEY

Nos miró a todos con sorpresa y un poco de miedo. Podía olerlo desde aquí, y eso me llenaba de adrenalina. Me gustaba.

—¿Qué quieren de mí? —preguntó temblorosamente.

Sonreí y asentí hacia Jonathan—. Será mejor que te sientes o mi amigo aquí te hará sentarte.

Idris se apresuró a sentarse...

Inicia sesión y continúa leyendo