Capítulo dieciocho

Se acercó a mí con una sonrisa.

—No te preocupes, estarás bien, solo no dudes, o estarás en el lado perdedor —dijo, y me dio una cálida sonrisa. Esa fue la primera vez que me sentí reconfortada por un chico. Sin embargo, algo me molestaba.

—Disculpa —dije.

—¿Qué pasa? —respondió, volviéndose haci...

Inicia sesión y continúa leyendo