COSTO DE LA TRAICIÓN

La hizo girar, acostándose sobre ella y sujetándola debajo de él. Luego susurró en una voz profunda, lujuriosa y posesiva:

—Esta noche... eres mía y no tienes permitido decir que no.

Fiona lo miró en silencio, el brillo en sus ojos le decía que ella quería esto, lo quería a él tanto como él la que...

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