ALIANZAS INCÓMODAS

La cámara estaba en silencio, excepto por el parpadeo de la luz de las antorchas y el leve crujido de la madera antigua. La anciana Dara caminaba lentamente, cada paso medido y deliberado, su mirada aguda bajo cejas salpicadas de plata.

Alrededor de la pesada mesa de roble, los consejeros se sentab...

Inicia sesión y continúa leyendo