Fachada frágil

Al llegar a la escuela, Fiona y Kelvin se quedaron en el coche por un momento.

—¿No vamos a asistir al evento, mamá? —preguntó Kelvin con curiosidad al ver que no salían del coche.

—Sí, vamos... Mamá solo tiene que prepararse primero —respondió Fiona, fingiendo un tono calmado. Estaba pasando por ...

Inicia sesión y continúa leyendo