Capítulo 158

James adoraba tanto a Emily que nunca la regañaba.

Su tono cariñoso hacía que el corazón de Emily se acelerara incontrolablemente.

Miró la pila de archivos en el sofá y luego a James. —Cariño, ¿estabas trabajando en el sofá mientras yo dormía?

James asintió y respondió, —Sí, me quedé aquí contigo...

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