Capítulo 161

James no estaba seguro si fue a propósito o no, pero cuando tomó las palomitas de su mano, sus labios rozaron sus dedos.

El breve calor de su toque hizo que el corazón de Emily se acelerara, y rápidamente retiró su mano.

Viendo su repentina timidez, James se rió —¿Qué pasa?

—Nada.

¿Podría realme...

Inicia sesión y continúa leyendo