Capítulo 23

Emily había estado callada por un rato, y la voz preocupada de Sophia volvió a sonar por el teléfono.

—Emily, ¿por qué no dices nada? ¿Qué está pasando?

Emily apretó el teléfono, su voz apenas audible.

—Mamá, estoy aquí. Gracias.

—Eres mi hija. No necesitas agradecerme.

Al escuchar la voz de Em...

Inicia sesión y continúa leyendo