141

Desperté jadeando. Una fina capa de sudor se aferraba a mi piel a pesar del frío.

Las sábanas se sentían asfixiantes, enredadas alrededor de mis piernas como lianas. Mi mano voló hacia mi pecho como si pudiera arrancar el sueño antes de que echara raíces más profundas.

Pero ya estaba allí, ardiend...

Inicia sesión y continúa leyendo