151

El punto de vista de Eira

—Ni siquiera se inmuta cuando las máquinas pitan— murmuré.

El pecho de Kira subía y bajaba bajo el enredo de cables y monitores parpadeantes, cada respiración asistida por máquinas que silbaban con frialdad clínica. Se veía... pequeña. Más pequeña de lo que jamás la había...

Inicia sesión y continúa leyendo