22

El aroma a humo todavía persistía en los muelles del sur cuando el informe llegó a mi escritorio. Mis hombres colocaron el pergamino frente a mí con manos temblorosas, como si estuviera impregnado de veneno. Un sello de cera roja, agrietado y manchado por el viaje, llevaba un emblema que no había vi...

Inicia sesión y continúa leyendo