62

Es fácil decir que no tienes miedo hasta que ves tu propia cara en el espejo, vestida como carnada.

El vestido que eligieron para mí es ajustado y carmesí, se adapta como una segunda piel, afilado en los hombros, con una abertura en el muslo que hace que caminar se sienta como un acto de equilibrio...

Inicia sesión y continúa leyendo