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La perspectiva de Draven

La hora era tardía, la finca sumida en sombras, pero ya no podía quedarme quieto. Las paredes de mi oficina parecían cerrarse, presionándome con cada respiración.

Eira no me había mirado a los ojos desde esa noche, la noche en que se enteró sobre Kira. O más bien, la noche...

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