No me tientes

—Hailey traje lo que me pediste— dijo Clara entrando con una taza de té —¡Hailey te estoy hablando!

—¡Oh, lo siento!, es que estaba pensando, perdón— dijo Hailey

—¿en qué pensabas?, que ni me escuchabas

—no, no me prestes atención, ahora dime ¿cuánto falta para la dichosa entrevista?

—media hora.

—¡...

Inicia sesión y continúa leyendo