39: Las siestas salvan vidas.

Pov de Kala

Ajusté la manta de Zion una última vez antes de sentarme a su lado. Su pecho subía y bajaba lentamente —la vista era una que nunca pensé que volvería a dar por sentado.

Hoy había sido el primer día completo desde el veneno en que podíamos pasar casi todo el tiempo juntos, en silenc...

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