Capítulo 40.

El desayuno con mi familia fue agradable y, honestamente, no tan incómodo como pensé que sería. Todos me hacen sentir que pertenezco aquí y eso calienta mi corazón. Ahora Daniel y yo estamos conduciendo en su coche y los trillizos están en otro coche, y nos dirigimos al centro comercial para comprar...

Inicia sesión y continúa leyendo