Capítulo 57.

Después de terminar mi pequeño discurso, Rex me abrazó fuerte pero con cuidado.

—¡Estás lejos de ser débil, eres la persona más fuerte que conozco, Angel! —me dijo Rex. Me siguió abrazando un rato antes de apartarme.

—¿Pero por qué te quitaste la sudadera? —me preguntó confundido.

Le sonreí.

—Es...

Inicia sesión y continúa leyendo