Capítulo 156

Un sonido agudo resonó cuando otra bofetada aterrizó en la otra mejilla del hombre.

La voz de Gloria era helada. —¡Si no puedes mantener la boca cerrada, no me importa ayudarte! ¡No hay nada entre Sebastián y yo, y nunca lo habrá!

Ser abofeteado dos veces por una mujer era algo que ningún hombre p...

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