Capítulo 270

La habitación cayó en un pesado silencio.

Una peligrosa tensión se extendió rápidamente por el espacio, haciendo que a Gloria le costara respirar.

Pero se mordió el labio, obligándose a mirar a los ojos de Sebastián, negándose a darse una salida.

—¿Qué quiero?

El áspero y caliente dedo de Sebast...

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