Capítulo 290

Al verla ceder, Amara soltó un par de risas burlonas y guardó su teléfono.

—¡Te dije que no puedes escapar!

—Si este era el resultado, ¿por qué desperdiciaste tantas palabras? —murmuró Gloria, todavía buscando el colgante en su avena.

Amara la miró con desdén y llamó a un hombre.

—¿Está listo el...

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