Capítulo 358

Sebastián ayudó a Gloria a sentarse en la cama.

—Es esta mano la que está mal.

Antes de que Gloria pudiera reaccionar, Sebastián tomó su mano herida y la extendió hacia David.

David miró a Sebastián, luego a Gloria acostada en la cama.

A juzgar por su condición, no era solo su mano la que estaba...

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