Capítulo 362

Después de que Amara terminó de hablar, esperó lo que pareció una eternidad sin escuchar ni un sonido de Sebastián. Sintiendo que había fracasado, soltó su mano.

—Lo entiendo, está bien. Ve y ocúpate de tus asuntos. Mira puede quedarse conmigo.

Forzó una sonrisa valiente y bajó la mirada.

Los ojo...

Inicia sesión y continúa leyendo