Capítulo 375

Era principios de verano, pero la temperatura en la entrada de la mansión se sentía tan fría como en invierno.

Los ojos de Sebastián eran oscuros e intensos mientras miraba a Amara y Amelia.

Amelia sostenía a Amara, que lloraba en silencio, en sus brazos, con su propio rostro marcado por lágrimas....

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