Capítulo 383

Sebastián aflojó gradualmente su agarre, y la claridad volvió a sus ojos.

Los padres de Gloria estaban a punto de ser liberados de prisión.

Si Gloria estuviera viva, ya habría aparecido.

Eduardo era astuto. Durante los últimos tres años, se había escondido tan bien que nadie podía encontrarlos. P...

Inicia sesión y continúa leyendo