Capítulo 424

Durante el examen, los ojos de Sebastián permanecieron pegados a la mano inerte de Gloria.

No importaba cómo David la moviera, la mano no mostraba ninguna respuesta.

Gloria ya había aceptado que su mano podría ser permanentemente inútil y hasta se había acostumbrado a vivir con una sola mano.

Per...

Inicia sesión y continúa leyendo