Capítulo 36

Jacob.-

Mi hermosa madre como siempre llegando de manera tan inoportuna y en el mejor momento de la situación, salió de la cocina pegando alaridos por toda la casa.

—   ¡Ay por dios que vergüenza, qué vergüenza! ¿Qué va a pensar tu madre de mí ahora? –Natalia caminaba de un lado a otro cubrién...

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