Capítulo 24

—Díselo tú— me burlé de él, sabiendo que nunca se atrevería. Él se rió, negando con la cabeza.

—Lo he intentado. El hombre es terco.

—¿Lo has intentado?— Me sorprendió saber que le había dicho algo a mi padre que fuera en contra de lo que él creía.

—¡Por supuesto! Vi lo sola que te veías tod...

Inicia sesión y continúa leyendo