La piscina recuerda

Kane

El humo aún se aferraba a mi piel, la sangre se secaba espesa en mis brazos, pero nada de eso importaba. Ni el hedor, ni el escozor, ni el rebelde que habíamos encadenado afuera. Todo lo que podía sentir era el miedo de Amelia desgarrándome a través del vínculo, áspero e implacable.

Me deslic...

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