Capítulo 32

Roselyn Jensen-Luca

Alona y yo miramos a la persona que abre la puerta. Ese extraño—mi esposo, debo decir.

—Qué bueno que volviste, Crimson—dijo Alona. Él sonrió. Esos ojos... son tan solitarios. Era como el océano más profundo. Sentí que quería—abrazarlo.

—Chicas, ¿qué quieren para cenar?—...

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