Capítulo 45

Lillian

No pude obligarme a ir a la oficina, en cambio regresé a la mansión. Otra ventaja de casarte con tu jefe, puedes decidir cuándo ir y cuándo no ir a trabajar.

—¿Estás segura de que estarás bien sola? Podría quedarme. A Nico no le importaría.

Pude ver la preocupación genuina en sus ojos. Ja...

Inicia sesión y continúa leyendo