Capítulo 50

Mi cabeza giraba más rápido que una rueda de coche.

¿Por qué volví a beber?

Lo último que recordaba era estar sentado en el balcón mientras me ahogaba en licor.

Abrí los ojos lentamente para encontrar a Lillain mirándome con una sonrisa deslumbrante en su rostro.

¡Dioses! Es hermosa.

Su cabello...

Inicia sesión y continúa leyendo