Capítulo 73

Lillian no dijo una palabra.

Sage agitó una mano frente a su cara —¿Eres sorda o qué? Será mejor que empieces a empacar, necesito fumigar este lugar pronto.

Lentamente, Lillian levantó los ojos. Estaban muertos, sin color. El habitual brillo azulado se había ido.

—¿Qué dijiste? —Su voz era helada...

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