Capítulo 40

—¡Joder, Eva! Te dije que ese hombre era un peligro —gritó Demetrio con el rostro rojo de coraje.

Evangelina sentía su corazón latir lentamente, pensaba que conocía a Santino de toda la vida, compartió con él, y nunca lo conoció.

Llevó las manos a su rostro empapado mientras ahogaba el llano en el...

Inicia sesión y continúa leyendo