CAPÍTULO 110

ALARIC

El aire nocturno era agudo contra mi piel, el frío mordía, pero apenas lo sentía. Mis patas golpeaban la tierra mientras corría, atravesando el bosque a un ritmo implacable, tratando de escapar de la ira que ardía dentro de mí.

Pero no se desvanecía.

No importaba cuánto me esforzara, n...

Inicia sesión y continúa leyendo