Segundas oportunidades

La palabras flotaban en el aire, cortándome con un dolor tan agudo que se sentía físico. Mi mano fue instintivamente a su hombro, acercándola más. —Cleopatra...— Mi voz se quebró, y la necesidad de consolarla, de hacer desaparecer todo ese dolor, me abrumó. Quería protegerla de cada herida, de cada ...

Inicia sesión y continúa leyendo