Su creciente obsesión

Mi lobo aullaba de furia, arañando mis entrañas. Podía sentir el calor irradiando de mí, amenazando con envolver toda la oficina.

Renee me miraba con ojos aterrorizados, pero no me importaba en este momento. Ahora mismo, solo podía pensar en Cleopatra, desafiándome, pasando la noche con ese humano....

Inicia sesión y continúa leyendo