La pesadilla de Williams

Me desperté de golpe, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Mi mano fue instintivamente hacia mi cuello, donde Cleopatra me había cortado.

¿Eso fue un sueño? Un suspiro de alivio escapó de mis labios, pero el peso del sueño seguía siendo pesado.

Ya es de mañana.

El sudor caía por mi ros...

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