Capítulo 1

Cuando los primeros rayos de sol atravesaron la ventana del dormitorio de Skyler, ella ya estaba completamente despierta, rebosante de emoción por el día que tenía por delante. Su corazón latía con anticipación mientras yacía en la cama, mirando el techo de su pequeña pero acogedora habitación. Hoy era el día que había estado esperando con ansias durante años—el día en que se uniría con su compañero, Caleb Howler.

Era una tradición entre los hombres lobo encontrar a sus compañeros a los 15 años y unirse a ellos en su decimoctavo cumpleaños. Skyler había cumplido 18 hace solo una semana, y esta noche sería llevada al clan ShadowClaws, donde tendría lugar la unión. Debes saber que los hombres lobo tienen una forma única de unirse con sus compañeros. Tienen una ceremonia especial que se lleva a cabo bajo la luz de la luna llena.

La ceremonia implica que la pareja declare su amor mutuo e intercambie votos. Luego, son marcados con un símbolo que representa su vínculo—un símbolo que permanece con ellos por el resto de sus vidas. Y hoy era el día de Skyler. Se levantó de un salto de la cama, sintiendo un escalofrío de emoción recorrer su columna vertebral. Miró alrededor de su habitación con una gran sonrisa en el rostro. La habitación estaba pintada en tonos de azul y gris, reflejando el amor de Skyler por el cielo nocturno. Las paredes estaban adornadas con pósteres de constelaciones y galaxias, y un pequeño escritorio en la esquina estaba abarrotado de libros sobre astronomía y la mitología de los hombres lobo. Su habitación era un reflejo de su personalidad.

Skyler no podía contener su emoción mientras se preparaba para el día. Corrió hacia la ventana y contempló la belleza del bosque que la rodeaba. Respiró hondo y exhaló, sintiendo el aire fresco de la mañana llenar sus pulmones. Mientras caminaba hacia el baño para arreglarse, no podía evitar sentirse agradecida por su compañero. Había escuchado historias de hombres lobo que nunca encontraban a sus compañeros o los perdían en circunstancias trágicas. Pero allí estaba ella, en el umbral del día más importante de su vida, a punto de unirse con la persona que estaba destinada a ser suya. Skyler se bañó rápidamente, y después de un rato, salió del baño envuelta en una toalla esponjosa.

Se dirigió a su armario y abrió las puertas, buscando algo para ponerse. Sus ojos recorrieron las perchas, pero nada parecía apropiado para una ocasión tan especial. Frunció el ceño, preguntándose qué podría hacer. Mientras estaba allí, sumida en sus pensamientos, alguien llamó a la puerta. Se giró, curiosa, y llamó—Adelante. La puerta se abrió, revelando a una criada que sostenía un hermoso vestido blanco. Los ojos de Skyler se abrieron de sorpresa y felicidad.

—¿Qué es esto?—preguntó, con una sonrisa extendiéndose por su rostro.

—Buenos días, señorita Skyler—dijo la criada, saludándola con una reverencia—. Le he traído un vestido para la ceremonia de esta noche. Skyler no podía creer su suerte.

—¡Muchas gracias!—exclamó, tomando el vestido de los brazos extendidos de la criada. Sostuvo el vestido, admirando el delicado encaje y las intrincadas cuentas, y no pudo evitar sonreír. La criada la ayudó a ponérselo y abrochó los botones en la espalda, alisando cualquier arruga en la tela. Skyler se tomó su tiempo para arreglarse, complementando su vestido con joyas de plata.

Se miró en el espejo y no podía creer lo hermosa que se veía. Sabía que Caleb apreciaría el esfuerzo que había puesto para lucir hermosa.

—Gracias de nuevo—dijo a la criada, con el corazón rebosante de gratitud.

—Fue un placer, señorita Skyler—respondió la criada con una sonrisa—. Se ve deslumbrante. Skyler sonrió de oreja a oreja mientras salía de su habitación y se dirigía al clan de Caleb, donde se llevaría a cabo la ceremonia.

El corazón de Skyler latía con emoción y anticipación mientras era llevada al clan de Caleb. Había estado esperando este momento durante años, y no podía esperar para finalmente unirse a él. No podía evitar sentir una mezcla de emoción y nerviosismo mientras caminaba hacia el centro del clan, donde Caleb la esperaba. Pero a medida que se acercaba, notó que algo estaba mal. Caleb tenía una expresión severa en el rostro, y sus ojos estaban fijos en ella.

—Skyler—dijo con una voz fría y dura—. La ceremonia de unión no se llevará a cabo entre tú y yo. En su lugar, estarás con mi hermano mayor, Grey.

El rostro de Skyler se descompuso, y su corazón se hundió en su estómago. No podía creer lo que estaba escuchando. Todas sus esperanzas y sueños de unirse con Caleb se desmoronaron en un instante. Miró a Caleb con incredulidad, sus ojos llenándose de lágrimas.

—Ca...leb? ¿Qué... qué quieres decir?—balbuceó—. Pensé... pensé que estábamos destinados a estar juntos. Tú eres mi compañero, Caleb, no Grey.

Caleb negó con la cabeza, sus ojos llenos de desdén.

—Lo siento, Skyler, pero las cosas han cambiado. Grey necesita una compañera, y tú eres la única opción que tenemos.

Skyler estaba impactada por las palabras de Caleb. Sabía algunas cosas sobre Grey, y no era alguien con quien quisiera unirse. Grey no tenía lobo, y además, estaba lisiado. Nunca imaginó que él sería su compañero. Miró a su alrededor, esperando que alguien viniera a rescatarla, pero todo lo que vio fueron hombres lobo mirándola con lástima y disgusto. Su corazón se hundió, y sintió una ola de tristeza invadirla. ¿Cómo podía Caleb hacerle esto? ¿Por qué la había llevado a creer durante todos estos años, solo para rechazarla en el último momento? Sus ojos se fijaron en los de Caleb, y no vio ningún indicio de emoción en su rostro. Estaba frío e insensible, como si no le importara en absoluto.

—Lo siento, Caleb, pero me niego a unirme con tu hermano—Skyler lo soltó de golpe.

Caleb se quedó atónito.

—¿Qué??

—Me escuchaste. No me voy a casar con tu hermano.

Caleb se rió histéricamente, para sorpresa de Skyler. Ella lo miró confundida. Todo le parecía extraño, y no entendía lo que estaba pasando. Antes de que supiera lo que estaba ocurriendo, Caleb la agarró del brazo y la arrastró a un rincón solitario.

—Escúchame; si no te unes con mi hermano, me aseguraré de que tu madre tome su último aliento. La mataré.

Los ojos de Skyler se abrieron de par en par al escuchar las palabras amenazantes de Caleb. No podía creer que él la amenazara con la vida de su madre.

—No tienes opción, Sky. O aceptas esto o pierdes a tu madre por tu terquedad—dijo Caleb con voz baja.

—Caleb, por favor. ¿Por qué me rechazas de repente? ¿Qué hice? Por favor, no hagas esto—dijo Skyler mientras intentaba tocar el rostro de Caleb. Pero en cuanto sus manos tocaron el rostro de Caleb, él la empujó y le dio una bofetada.

—¡No te atrevas a tocarme de nuevo!—tronó, mirándola con tanto odio en sus ojos—. ¿Te vas a unir con mi hermano o no?

—Yo... yo lo haré. Lo haré—tartamudeó Skyler mientras se sostenía la mejilla. La bofetada le dolió, pero no tanto como las palabras de Caleb. Las lágrimas llenaron los ojos de Skyler mientras intentaba contener sus emociones. Se sentía herida, traicionada y rechazada al mismo tiempo. Su rostro se torció con emoción mientras luchaba por contener sus sentimientos. Sabía que no tenía otra opción más que cumplir con las demandas de Caleb, pero la idea de unirse con su hermano la llenaba de repugnancia.

Caleb arrastró a Skyler de regreso al clan, y su corazón latía con fuerza en su pecho mientras se acercaban al grupo de lobos. Podía sentir sus ojos sobre ella, juzgándola, y sabía que Caleb estaba a punto de rechazar su vínculo. La voz de Caleb era fría e insensible mientras hablaba.

—Yo, Caleb, rechazo este vínculo entre Skyler y yo.

El corazón de Skyler se hundió, y sintió un dolor agudo en el pecho. Había pensado que Caleb se preocupaba por ella, pero ahora sabía que estaba equivocada. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras miraba a Caleb, su corazón lleno de dolor y rabia. No veía ningún indicio de emoción en su rostro, y eso la hacía sentir aún más sola y rechazada. Caleb se dio la vuelta y se alejó, dejando a Skyler sola en medio del clan. Sentía sus ojos sobre ella, y sabía que la estaban juzgando por ser rechazada por su próximo Alfa. Pero Skyler no tenía tiempo para pensar en su rechazo. Fue llevada a la cámara de Grey y dejada sola. Cuando entró en la cámara, buscó a Grey pero no pudo encontrarlo—hasta que entró en su baño y se topó con su cuerpo sin vida.

Su corazón se detuvo al ver la escena ante ella. El cuerpo de Grey estaba empapado en un baño de sangre, y faltaba un gran trozo de carne en su cuello. Las manos de Skyler volaron a su boca mientras soltaba un grito desgarrador.

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