Capítulo 43

Dora había estado inconsciente durante días, pero finalmente despertó. Dora yacía en la cama, su cuerpo agotado de energía. Cada movimiento era un esfuerzo monumental. Era como si sus huesos estuvieran hechos de plomo y sus músculos de arena. Su piel estaba pálida y húmeda, y su respiración era supe...

Inicia sesión y continúa leyendo